En este día contamos el cuento El mejor juego del mundo. Es un cuento que trabaja la alegría. Para contarlo nos servimos de imágenes sobre dicho cuento. El cuento decía así:
1.- Esta es la historia de un niño que siempre estaba jugando al balón. Iñaki, que así se llamaba El niño, solo quería jugar al fútbol. En clase miraba al techo y pensaba en el tiempo que quedaba para salir al patio con su nueva pelota.
2.- Sus compañeros le decían que jugara con ellos a otros juegos, pero Iñaki parecía que tenía un balón pegado a la punta del zapato. Nada en el mundo le hacía sentir tan alegre como chutar a portería. Y si nadie jugaba con él, no le importaba, jugaba solo.
3.- Cuando lo invitaban a un cumpleaños, siempre preguntaba si podría jugar con su balón; y si le decían que no..., no iba al cumpleaños. Los niños ya no querían jugar con Iñaki porque siempre jugaba a lo mismo.
4.- Sus papás y su maestra estaban preocupados, pero Iñaki no entendía nada. Si era feliz y estaba alegre, ¿Por qué no lo dejaban en paz? Mamá siempre decía que lo importante era ser feliz.
5.- Este nuevo curso llegó a clase una niña nueva, se llamaba Esther. Y se sentó al lado de Iñaki. Esther le contaba historias que se inventaba, de países lejanos, de naves espaciales, de monstruos terroríficos.
6.- Otros días, Esther le hablaba de todo lo que había aprendido leyendo cuentos: sabía nombres rarísimos de animales, de plantas y hasta conocía la vida de los insectos. A Iñaki le empezaron a gustar aquellas maravillosas historias que contaba Esther y un día se le olvidó subir el balón al patio.
7.- Aquel día, Iñaki se sentó en el suelo con todos sus compañeros, cantaron canciones e inventaron cuentos. Después jugaron al escondite y a las carreras. Y al final, alguien trajo un balón y jugaron un partido. Cuando terminó el recreo, Iñaki tenía una sonrisa que le llegaba de oreja a oreja.
8.- Gracias a su amiga Esther, Iñaki comprendió que la alegría es mayor si se comparte con los demás. Que jugar con sus compañeros era lo mejor del mundo y que uno se siente muy feliz cuando puede regalar sonrisas. Desde ese día, Iñaki ha aprendido muchos juegos nuevos y Esther, cada día, chota mejor y mete más goles.
A continuación, los niños y niñas colorearon una ficha en la cual tenían que indicar cuál era el dibujo mas alegre.
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