martes, 15 de octubre de 2019

PROYECTO: "LAS EMOCIONES"

DÍA 26: CUENTO SOBRE EL MIEDO

          Durante la asamblea se les contó el cuento sobre el miedo "La cebra temblona". Tras el cuento se les realizó una serie de preguntas sobre el mismo.


  • Marina es una cebra que vive feliz en la selva de África con toda su familia. Como todas las cebras, tiene muy buena vista y muy buen oído. Las cebras pueden mover las orejas en todas las direcciones. También tienen un gran sentido del gusto y muy buen sentido del olfato.
  • Marina parece una cebra como todas las cebras, pero no es verdad. Es especial. Marina es una cebra miedosa. Todo le da miedo. Cada vez que se asusta por algo, empieza a temblar; tiembla tanto y tanto que las rayas de su cuerpo empiezan a moverse y, a veces, hasta se le cae alguna raya. Entonces, cuando eso pasa, todos se ríen de ella.
  • La familia está muy preocupada. Las rayas de las cebras sirven para que puedan esconderse en la hierba, sobre todo de los leones, que, como no distinguen bien los colores, no las ven. Si Marina sigue perdiendo las rayas, los animales podrán cazarla. En la familia nunca hubo una cebra miedosa.
  • Si sopla el viento, Marina tiembla y sale corriendo; si caen las hojas, Marina tiembla y se esconde; si un ratoncito corre por la hierba, Marina tiembla y huye. La pequeña cebra no quiere tener miedo, pero no puede evitarlo. Ella sabe que toda la manada de cebras pronto saldrá de viaje en busca de nuevos pastos y sus miedos harán que la familia pierda mucho tiempo.
  • Esa misma noche, Marina hizo la maleta, se pintó las rayas que se le habían caído y decidió huir. Quería aprender a ser valiente y, además últimamente todas las cebras la miraban un poco mal. Despacio y en silencio comenzó a caminar. Cuando miró hacia atrás, una pequeña lágrima rodó por sus mejillas.
  • Estaba amaneciendo cuando Marina llegó a una inmensa pradera que estaba cerca de un bosque. Se sentó a descansar y se quedó dormida. Cuando abrió los ojos estaba rodeada, una familia de ciervos la miraba atentamente. ¿Quién era esa extraña que había llegado a su pradera? Marina comenzó a temblar, pero esta vez nadie se reía de ella.
  • Como todo el mundo sabe, los ciervos hablan muy despacio y así consiguieron calmarla. El cervatillo pequeño pronto se hizo amigo de Marina. Para él, su amiga era grande, fuerte y valiente. -Un día seré como tú, ere la mejor amiga que he tenido. -Contigo me siento muy seguro, nadie podrá con nosotros. A Marina le encantaba escuchar a su amigo decir esas palabras bonitas y, de tanto escucharlas, se le olvidó temblar.
  • Un día, mientras jugaban en el bosque, escucharon un terrible ruido. Y allí estaba, un enorme león miraba al pequeño cervatillo y se relamía. Ni siquiera lo pensó, Marina se puso delante del león y levantó sus patas delanteras. El león se quedó tan sorprendido que decidió darse la vuelta con el rabo entre las piernas. Aquella cebra era verdaderamente temible. Marina ya nunca más fue la cebra temblona. No necesitó enfrentarse a otros animales para ser valiente. Su amigo la quería y confiaba en ella, esas eran las verdaderas fuerzas.
          Como trabajo individual, los niños y niñas tenían que colorear aquellos dibujos que les daban más miedo.


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